¿Crisis? de pareja.
En este vídeo te explico por qué las crisis de pareja son una oportunidad de crecimiento y mejora.
Si estás pasando por una crisis de pareja, seguramente estás sintiendo tristeza, frustración, impotencia, culpa, vacío, miedo e incertidumbre.
-Tristeza porque sientes que vas a perder a alguien especial con quien has construido un vínculo, y compartido una historia.
-Frustración por pensar que las cosas pudieron haberse hecho de otra manera, o por no haber sabido hacerlas mejor.
-Impotencia porque te gustaría cambiar algo, pero no sabes qué, ni cómo.
-Culpa, porque crees que tienes gran parte de responsabilidad sobre lo que no ha funcionado.
-Vacío, porque tu espacio de pareja no te llena como antes.
-Miedo e incertidumbre, porque no sabes lo que ocurrirá, lo que te espera.
Temes no solucionar los problemas ni volver a vivir junto a esa persona todo lo que un día viviste. Y también temes a la soledad.
Lo estás pasando mal y no es un momento agradable.
Sin embargo, hoy quiero felicitarte.
¿Felicitarme? Te preguntarás.
Sí: felicitarte. Porque no hay nada mejor que pueda pasarte para crecer en tu relación.
Tenemos muy asociada la palabra crisis con un nudo doloroso y un desenlace fatal.
Y sí: desenredar nudos duele. Porque ese desenredo implica conectar con las emociones, propias y ajenas.
Reconocer, comunicar y expresar lo que siento.
Escuchar y ser receptivo/a sobre lo que la otra persona siente y tiene que decirme.
Cuesta "dar" y "recibir" emociones, porque cuesta aceptarlas y aceptar los cambios que con ellas traen.
Es difícil salir de la rutina, recuperar la confianza que a veces se ha perdido, o incluso recuperar lo que el exceso de confianza ha apagado.
También cuesta aceptar errores, propios y ajenos. Es difícil pedir perdón, y perdonar.
¿Te pasa o te ha pasado?
Es lógico y natural. Somos seres en evolución constante. Y, como consecuencia, nuestras relaciones también evolucionan. Creer que lo que hoy construyo con mi pareja, permanecerá estable mañana, es un mito, una falacia.
Una idea irracional que durante años hemos visto reforzada por los medios de comunicación o el cine. Y en estos tiempos, también por las imágenes que proyectamos en el mundo virtual, en las redes sociales.
La estabilidad como algo inquebrantable No existe.
Los "felices para siempre" que nos hacen pensar en una relación lineal desde el noviazgo a la vejez no son ciertos.
La relación puede continuar, o no. Pero desde luego, lo que continúe no será igual que aquello que inició.
Con esto, no quiero decirte que "los felices para siempre" no existan. De hecho, existen. Pero no como esa relación constante que imaginamos, sino como variables.
Variables que necesitan cuestionamiento cada cierto tiempo. Cuestionamiento, desajuste y reajuste.
Así que, esto que te está sucediendo, no es más que esa señal de desequilibrio que necesita encontrar la forma de equilibrarse, para volver a funcionar. Exactamente igual que las alas de un avión.
Y, lo mejor de todo, es que las parejas que reconocen, manifiestan y superan sus crisis, son aquellas parejas que viven más felices a lo largo del tiempo.
Porque crisis y crisálida, tienen en común mucho más que el inicio de la palabra. Porque la crisis, si sana, no es más que una crisálida, en ese proceso de metamorfosis, antes de convertirse mariposa.
Ejercicio para reflexionar:
Y… ya que somos seres en evolución constante… Tómate un momento para pensar:
- ¿Cuáles eran tus metas a corto plazo cuando conociste a tu pareja? ¿Y tus responsabilidades?
- ¿Cuáles eran tus valores en aquel entonces? ¿Has desarrollado alguno nuevo?
- ¿Qué necesidades tenías? (Necesidades emocionales, intelectuales, económicas, etc.).
Si te paras a observar, es muy probable que más de alguno de estos aspectos se haya visto modificado a lo largo del tiempo.
Párate a pensar, por otra parte, en cómo han evolucionado los de tu pareja.
Ahora, responde honestamente a la siguiente pregunta: ¿Cuántas veces en estos años, os habéis sentado, juntos/as, a conversar sobre estos cambios que se han dado a lo largo del tiempo? ¿A reconocer compatibilidades? ¿Y a replantear incompatibilidades?
Probablemente tu respuesta sea pocas, o nunca.
Si esto te pasa, es normal que haya un desequilibrio que necesites compensar.
La comunicación, las diferencias en cuanto a objetivos y valores, las normas propias, las historias familiares, la mochila que trae cada uno/a, los problemas personales, la sexualidad, etc. son áreas de la pareja que necesitan ser repensadas y habladas cada cierto tiempo.
Si estás pensando en hacer terapia ahora, es un buen momento para dar el paso.
Recuerda que cuanto más dañada esté la relación, mayor será el esfuerzo que tengas que hacer para recomponerla: Las parejas que suelen llegar a terapia muy desgastadas, se preguntan por qué no tomaron la decisión antes.
Así que, ten en cuenta que hoy la oportunidad de mejorar vuestra relación, está en tus manos.
Si crees que puedo ayudaros, no dudes en contactarme, estaré encantada de acompañaros.
Y si uno de los miembros de la pareja está convencido pero el otro no todavía, puedes ponerte en contacto conmigo de todas formas, ya que también existe la posibilidad de abordar los problemas de pareja de manera individual.
Espero que este artículo te haya sido útil. Puedes leer más sobre problemas de pareja en el siguiente enlace:
Un abrazo,
Maite
Muchas gracias por poner a nuestra disposición tus conocimientos, tu experiencia y tus consejos. Seguro que alguna pareja siente la necesidad de compartir su relación contigo y obtener una segunda opinión desde afuera, aunque en este tipo de casos en preferible no inmiscuirse, porque ya sabes que a lo mejor, y no es por recalcar algunos aspectos negativos, pero ten cuidado cuando te metes en este tipo de problemas porque te pueden echar la culpa si algo después no ha funcionado bien. Puedes atender a parejas que piensen adherirse a la Ley de Violencia de Género e incluso cambiar la propia Ley si puedes, porque debería de dar cobertura a mujeres y a hombres, sobre todo si hay hijos en…